Proporcionar para comprender la forma: Un buen caricaturista es, sin duda alguna, un buen dibujante y, aunque existen ciertos aspectos que dan a la caricatura una gran elasticidad en la interpretación de las formas, se deben hacer extensivos al dibujo aspectos tales como las proporciones o el equilibrio de las formas en los cuerpos. Los rasgos, el movimiento, su dinámica y su aplicación a la anatomía también son elementos a caricaturizar. Las líneas deben sintetizar la forma, pues la caricatura no muestra la realidad, sino aquello que más destaca de la misma. El rostro se dibuja con líneas sintéticas acentuando los rasgos y sin entrar en detalles de valoración. El cuerpo humano se debe imaginar como un maniquí articulado capaz de adoptar múltiples posturas. Cada miembro ha de poder hacer un movimiento que se pueda representar de manera exagerada. Las formas se reducen a volúmenes simples, con los que se juega sobre el papel.
Deformar según la forma del rasgo: Una de las características del retrato caricaturizado es la deformación de las facciones del rostro. La cara puede mostrar las cualidades del retratado acentuando algunas de sus principales características y estableciendo una dinámica entre las facciones del personaje. En la caricatura, el primer paso es siempre el más importante, pues en él se representan aspectos tan importantes como la personalidad, el sentido del humor, la expresión y el carácter. Al dibujar caricaturas es importante tener en cuenta los puntos de luz del rostro.
La ironía en el retrato: La ironía es un aspecto muy destacable en cualquier caricatura. Saber encontrar el punto ideal de picaresca no es fácil, pues requiere práctica y conseguir acentuar el lenguaje interpretativo de las facciones a la manera personal del dibujante. Caricaturizar bien sólo se consigue con el dominio del dibujo y la perseverancia. Cuando se tiene cierta práctica sobre el tema, cada artista desarrolla un código particular que utiliza de manera cada vez más natural. La interpretación de los volúmenes de la cabezal dibujar caricaturas, se plantea desde un trazado muy libre, estructurando las formas en orden a acentuar las más evidentes.
Diferentes estilos: La caricatura se puede hacer en estilos muy diferentes. Un simple trazo puede definir el rostro de un personaje, su actitud. Otras cuestiones técnicas permiten acentuar la personalidad del retratado o sus rasgos más característicos. Con las vanguardias artísticas la caricatura varió totalmente. Las tertulias en los cafés favorecían el hecho de que entre los mismos pintores e intelectuales se hicieran bromas a través de la caricatura. En el siglo XIX los caricaturistas solían ser pintores reconocidos que colaboraban en periódicos o revistas. La caricatura partía directamente del retrato y la deformación de los rasgos, aunque evidente, muchas veces no llegaba al sarcasmo actual. El concepto de retarto no se perdía en pos de la caricaturización de los rasgos.
Hasta aquí nuestros 4 temas básicos para dibujar caricaturas que debes conocer. Esperamos haberte enseñado algo nuevo como siempre.
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