Ni el de los cereales, ni el la leche, ni el de los yogures, ni el de las cajas de la mudanza, porque con ellos, un cutter, unas tijeras y un poco de pegamento, podéis convertiros en auténticos arquitectos y construir un precioso castillopara las princesas de la casa o un fuerte para los guerreros y guerreras más atrevidos, incluso un pueblo entero. La decoración? dejádsela a ellos y disfrutarán como niños pintando las paredes. Fuente: www.abeautifulmess.com
Un poco de pintura nunca hace daño y a ellos les encanta mancharse. Con un par de colores de pintura textil y una patata podéis personalizar una camiseta, un bolso de tela o crear una obra de arte para poner en la nevera. Un bonito detalle del que sentirse orgulloso y recordar siempre estos divertidos momentos. Fuente: Elenarte
Qué mejor combinación que reciclaje, manualidades y deporte. Pues unos bolos reciclados. Con todas esas botellas de agua que tienes en casa y no sabes muy bien qué hacer con ellas, un poco de pintura blanca y roja y una pelota, podéis convertir esta idea en una tarde muy divertida. Fuente: Moonfrye
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Y para terminar os proponemos una idea muy sencilla para reciclar las latas de atún ¿Cómo? Con unas pinzas de la ropa y unas latas bien lavadas podéis convertirlas en unos maceteros muy originales. Dejad que los peques siembren un poco de hierba de gato o perejil y los tendréis día a día vigilando a ver si crecen. Fuente: Manualidades con Moldes
Mamá, papá, no les riñáis por pintar en las paredes, los niños son una explosión de creatividad, quizás no hagan un Miguel Angel (Por ahora) pero canalizad su arte, dadles un lápiz, un cartón, una patata… y seguro que para vosotros hará la obra más bonita del mundo. Disfrutad estos momentos, crecen rápido.