- En primer lugar, hay que tener en cuenta el craquelador a emplear (algunos apenas craquelan, otros solo valen para madera, etc) y los tiempos de secado de cada uno: hay de un componente y de dos.
- El truco está en la cantidad que echemos de craquelador y en los componentes que tenga la cola. También influye el tipo de craquelador: si se trabaja sobre láminas, las marcas saldrán pequeñas; si se hace en pasta de relieve, saldrán mucho más grandes.
- Luego tenemos la forma de craquelar, que son varias: de un componente y de dos, como ya hemos dicho; con cola blanca, goma arábica… Sin faltar el Vallejo, que prácticamente craquela solo.
- A la hora de aplicar el craquelador, se puede hacer con pincel o con esponjas. Esta se maneja con más facilidad y no deja tantas marcas, pero el pincel da lugar a formas distintas.
- Se puede aprender de las diferencias entre usar pincel o esponja para utilizar uno u otro elemento. Se comprobará que, con el pincel, las grietas quedan más alargadas.