El 14 de septiembre se casó mi hermana pequeña, sí mi hermana, sin más explicaciones. Hace más de un año, cuando me enteré me puse manos a la obra. Me hice con el control de los recordatorios de la boda. Así que vamos a hacer un recorrido por ellos para enseñaros todo lo que hice.
Empezamos con dónde y cómo llevar los anillos. Yo no quería hacer un conjín típico de novios así que me puse a navegar por internet a ver si me venía la inspiración hasta que me llegó. Vi un tutorial de cómo se enmarcaba una tela en un bastidor y me gustó la idea para los anillos. Así que lo siguiente fue buscar un dibujo apropiado. Cuando lo consulté con la novia le gustó la idea pero me pidió si podía poner una frase significativa para ellos. Y dicho y hecho, eso hice.
El bastidor lo llevó la damita de honor más guapa del mundo, mi niña. Lo llevó muy bien y se portó mejor durante la ceremonia. Y en el momento de poner los anillos los repartió mejor todavía. Qué orgullosa me quedé.
Tanto, tanto con el bastido de los anillos y me he dado cuenta que no le hice foto terminado y con los anillos. Así que os dejo una de cuando estaba casi terminado.
Lo siguiente fueron los alfileres. Recordad que las solteras que pierdan el alfiler que le de la novia se casa así que no os lo claveis muy a fondo. Pero dónde ponemos los alfileres. Me decían que en una cesta pero no me convencía tampoco. Así que estuve pensando, pensando, hasta que fui a otra boda y vi que la novia llevaba sus alfileres en un pequeño bouquet. Así que yo a copiar. A copiar la idea porque lo que me salió fue completamente distinto. El resultado se veía así de bonito.
No tengo que decir que está totalmente hecho a mano y sin plantilla, así que no se si me saldría igual otra vez.
El novio también tiene su protagonismo y los hombres también tienen derecho a llevarse un recuerdo de la boda. Así que también preparé unas etiquetas nupciales para ponerselas a las botellas que se les regaló a los hombres.
Pero, claro, llegó el momento de pensar dónde se llevan las botellas para repartirlas. Una cesta? Descartada. No veía yo a Chris con una cestita con cintas y volantes. O sin adornar, no veía al novio con una cesta en la mano o a la cadera. A pensar, a pensar.
A mis niños les encanta las fresas así que en la época de estas se las compro por cajas. Así que un día en el mercadillo vi una caja de fresas y me dije: "esto es lo que yo necesito". Guardé una, mi marido (que él también colaboró en todo) me la lijó con mucho cuidado. Unas pinturas, un pincel, las iniciales de los novios, las alianzas, "et voilá", así de guapo y feliz iba el novio con sus botellas.
Por último, hice unos anillos a crochet para que todas las invitadas recuerden el momento cada vez que lo lleven. Son muy ponibles y bonitos (parece que los hice yo, no?) Pero, sorpresa, con el anillo nos dieron otro regalito.
Quereis saber qué era el paquetito sorpresa? Pus aquí lo teneis. Unas zapatillas a juego con el anillo para que te quites los zapatos de taconazo y puedas bailar hasta que el sol asome.
Y como yo soy muy obediente, me las puse y a bailar¡¡¡¡¡¡¡