El lunes por la noche fui al cuarto de costura a por un lápiz que necesitaba, y salí al cabo de una hora con un cojín bajo el brazo.
No se me olvidó el lápiz, ¿qué os creéis?
Os cuento la historia: hace más de un mes, eché el cojín del sillón de Jc a lavar y estaba tan pasado que salió de la lavadora cortado en tiras, sin opción de reciclaje porque estaban rotas, pero rotas.
Los primeros días, Jc esperó a que volviera el cojín a su lugar, como pasaba el tiempo y aquello no se reponía, decidió coger otro.
Yo todos los días, le daba vueltas al tema, pero siempre encontraba algo más divertido que hacer.
A mi, a final de año, me da por limpiar y ordenar, no sé por qué, pienso que el año nuevo hay que recibirle de aquella manera...
Pues bien, por la mañana, en la "ordenación" del cuarto de costura vi un bloque, y se quedó en mi retina.
Cuando entré al cuarto, me dije, ¿por qué no lo haces en un pis pas?.
En un pis pas que lo hice, menos de una hora que tardé, y tan contenta me bajé.
Se lo presenté a mi Jc y sólo se le ocurrió decir que tardaría un poco en "domarle", yo creo que le vió un poco subidito de tono, bueno de relleno, pienso yo.
No os imagináis las joyas que estoy encontrando, tengo cantidad de bloques guardados en un cajón que ya va siendo hora que vean la luz.
Lo peor, amenazo con enseñarlos.
Y sigo coso que te coso...