“¡Qué nervios! ¡Qué ganas de ver las fotocopias!” le decía a mi padre mientras abría el sobre de Correos. Parecía una niña chica el día de reyes abriendo los regalos. Y es que mientras lo hacía me imaginaba escribiendo diferentes tutoriales en los que explicaba las preciosas estrellas que Yolanda me había mandado. Pero de pronto mi cara cambió. ¡No me lo podía creer! Lo primero que ví fue ésto.
La hija de Yolanda tiene una mercería en Zalla (Vizcaya), Mercería Bahema, y ella da clases allí. Así que aprovechó la ocasión para hacerme llegar las fotocopias dentro de una funda plástica a la que le hizo este precioso forro que ella misma hizo.
A la ilusión de recibir semejante regalo se unió el que tuviera el detalle de hacer con la técnica del paper piecing este gato que se parece mucho al de nuestro logo de El costurero de Lulú. Tan bien hechito, con el detalle de los ojos verdes, ¡si es que estoy completamente enamorada!
Y por si no estaba lo suficientemente encantada con el regalo que me hicieron, todo un detallazo, cuando abro la funda me encuentro muchísimas fotocopias de las estrellas que tanto me habían gustado, y de algunas sorpresas más que ya te iré contando y enseñando a hacer, porque merecen muchísimo la pena.
Y si aún no estás tan impresionada como yo, que lo dudo, fíjate qué sorpresa me esperaba al final de la funda. Diferentes recortes de telas que me vendrán muy bien para algunas de las creaciones que tengo en mente. ¡Más telitas! ¡Esto es un auténtico vicio y Yolanda ha ayudado a aumentar mis reservas de telas!
Una vez más aprovecho para darte las gracias por tu detalle. Es un regalo que jamás hubiese esperado, así que mil gracias, de verdad.
Y al resto decirles que espero a lo largo de la semana volver a retomar la normalidad. El otro día no les conté mucho pero voy a hacerles un resumen para que entiendan mi ausencia. Me mudé (de isla), perdí el trabajo, me fui de viaje, me ofrecieron otro trabajo en la isla en la que vivía al principio, pillé un gripazo que acabó con mis huesitos en urgencias, me volví a mudar y mañana empiezo de nuevo a trabajar. Así que con una casa llena de cajas, por segunda vez, y la cabeza que no para de dar vueltas, espero poder coger el ritmo que tenía antes de toda esta locura que me ha traído el 2016.
¡Ténganme paciencia por favor! ¡Nos leemos muy pronto!
¡Besos costureriles!
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