Sin embargo, pienso que es una etapa mágica, en la que el tiempo se detiene para que puedas saborear cada instante, sentir, disfrutar, vivir, amar... intensamente todo lo que te rodea. Es el momento en el por fin puedes ser tú mismo, sin compromisos ni presiones, sin rendir cuentas a nadie.
Es el momento de recuperar la vida que aparcaste cuando te convertiste en "adulto", con la ventaja de tener a tu espalda una amplia experiencia de vida. Experiencia que te hace ver las cosas con perspectiva, preocuparte en su justa medida y darte cuenta de lo realmente importante.
Por eso, hace unas semanas, le regalé a mi padre por su 65 cumpleaños, un álbum de sensaciones. Se trata de álbum de fotos que, lejos de mostrar caras bonitas (que también) busca transmitir las sensaciones que se tenían cuando se hicieron las fotos. El café de media tarde, las risas de sus nietos o la complicidad de sus hijas...
Qué pensáis de la vida a partir de los 65? Os gusta el álbum de sensaciones?
Feliz día!
Un abrazo!
Fotos: Sara González Carrasco
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