Volvemos al blog después de casi un mes desconectada, sin wifi y un poco de los nervios, para qué os voy a engañar... Podría decir eso de qué bien se está sin conexión a internet, centrada en lo que tienes delante y no en la pantalla del móvil, pero desde luego no es mi caso :-), a mí me gusta lo que tengo delante como al que más, pero un rato (o un par) de conexión al día no los perdono...
Y volvemos al blog con un DIY que está siendo el más lento de mi historia percisamente por eso, por los pocos ratitos con wifi decente para poder contaros un tutorial que tenía muchas ganas de hacer desde que vi por primera vez en Pinterest uno de esos percheros botón de madera tan bonitos que se me quedaron en la cabeza a modo de fijación/obsesión :-).
Aprovechando el desafío Craftlover de Ceys que me propuso Handbox, decidí ponerlo por fin en marcha. De verdad que estoy encantada con el desafía y sobre todo con estos pegamentos, no os imagináis lo que aguantan, desde que los tengo en casa, los he probado con todo, el mango de un paraguas roto, un azulejo caído, una pieza del flexo... y perfecto.
Pero vamos con el tutorial, para empezar necesitarémos algo muy gallego: platos de pulpo de varios tamaños que harán las veces de botones gigantes (ya los habíamos utilizado como ruedas de carrito, os acordáis??).
El primer paso es hacer los agujeros (de botón) con un taladro:
Después los pintamos del color que más os apetezca, yo utilicé chalkpaint gris y rosa pálido con dos de ellos. El más pequeño preferí dejarlo tal cual, pero oscureciendo un poco el tono de la madera con un poco de aceite.
Pasamos un cordón de cuero un poco ancho (lo podéis comprar en cualquier mercería) como si fuese el hilo de nuestros botones y para que no se suelte, lo pegamos en la parte de atrás con pegamento Ceys que ya os digo que es infalible y de ahí ese cordón ya no se mueve más :-).
Y el último paso es colocar en la parte de atrás los colgadores, yo encontré estos de metal, pero si encontráis unos de madera, mucho mejor. Los fijé con un poco de Ceys y listo.
Y así es como quedan una vez fijados en la pared:
Y es que no es tan fácil encontrar percheros bonitos, y estos me parecen muy originales tanto para la habitación de mi hija (en este caso) como para una entrada o cualquier otro ambiente. Así que si os gustan, ya tenéis un nuevo uso para los platos de pulpo :-).