Normalmente guardamos los tesoros en tarros, los colocamos en nuestra pequeña mesa de naturaleza (dónde hay siempre una pequeña colección de la estación del año en que nos encontramos: verano, otoño, invierno o primavera) o los añadimos a los diferentes cestos de materiales naturales para que luego los incorporen en sus juegos pero a veces también los usamos para hacer manualidades.
El otro día decidimos que teníamos muchos tesoros de playa y decidimos hacer algo con ellos. Ya habíamos hecho pulseritas con los caracoles que tenían algún agujero pero como nos gusta el sonido que hacen las conchas y las lapas al chocar, decidimos hacer un móvil para colgarlo en la pared y sacarlo al jardín de vez en cuando (cuando el viento nos da un respiro).
No tiene ningún misterio. Hemos agujereado las lapas y conchas con la ayuda de un tornillo y un martillo. Se tiene que ser algo delicado pero se nos han roto sólo un par así que no es tan complicado como una pueda pensar. Cuando el tornillo ya está algo clavado, en lugar de seguir golpeando con el martillo lo que hemos hecho es atornillarlo un poco hasta acabar de hacer el agujero.
Después hemos cogido 50cm de hilo y lo hemos doblado por la mitad. Se pueden hacer nudos más grandes que los agujeros para que las conchas aguanten pero nosotros nos hemos ayudado con bolitas (de hacer pulseras) para que los peques pudieran hacerlo de forma más autónoma.
Como veis en la foto:
Doblamos el hilo por la mitad (nos quedan dos cabos juntos)
Pasamos uno de los cabos por una bolita para que esta quede en el punto donde hemos doblado el hilo
Pasamos los dos cabos por el agujerito de la primera concha
Hacemos un nudo con ambos cabos a unos centímetros de la concha
Pasamos una bolita por uno de los cabos
Pasamos una concha por ambos cabos
Y vamos repitiendo: nudo – bolita – concha
Ayer lo colgamos en el jardín y estuvimos un buen rato escuchando el tintineo…
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