Un bloque cada mes, eligiendo las telas que me evocaran a esos días...
Con el propósito de usar sólo las telas que tuviera ya, que se trataba de dar salida a los retales que van quedando de otros proyectos... Por eso, las uniones de los bloques están hechos con telas que ya tenía...
Porque aunque no lo parezca, un año pasa deprisa, y este quilt es una memoria de cada mes.
El acolchado, como siempre a mano, que algún día tendré que aprender a hacerlo a máquina, pero me gusta ponerme por la noche e ir haciéndolo sin prisa. Lo hice siguiendo el contorno de los corazones, para que quedaran más resaltados.
Y para la trasera, una tela con grandes flores estampadas, que tuve que comprar, eso sí, porque el arsenal textil de casa no daba para más.
Y una vez terminada, y puesta en el sofá, empiezo ya a pensar cuál será la siguiente. Quizá ha llegado ya el momento de ponerse a unir y acolchar el Mystery Quilt de Veronique Requena, antes de que llegue el calor... O a seguir con los objetivos de cambios en casa, que este fin de semana han estado un poco parados en su ejecución, aunque no es su planificación.
Porque cuando terminamos un quilt, nos sentimos un poco cojas, como si nos faltara algo, ¿verdad?
Feliz semana!