El método es muy simple. Solo vamos a necesitar un corta vidrio, una vela, un recipiente con agua fría, una caja y obviamente una botella.
Apoyamos la caja, que debe tener la altura que queremos darle al corte, sobre una mesa firme y ponemos en ella la botella. En la parte superior sostenemos con firmeza el corta vidrio, con la parte cortante apenas sobresaliendo. Ajustamos la botella contra el cortante y la giramos hasta marcar todo el contorno.
Con la vela calentamos bien la botella, sobretodo el sector marcado para corte. Una vez caliente lo sumergimos en el recipiente de agua fría y se corta sola, por choque térmico.
XoXo