Me gusta el scrapbooking, pero no lo he practicado lo suficiente. Creo que es la perfecta unión entre las manualidades y el diseño gráfico, y como ambas áreas me fascinan, me fascina igualmente el scrapbooking... aunque tengo que reconocer que me da mucha pereza, lleva un trabajo tremendo hacerlo y que funcione. Por eso me va más el scrap digital, que es hacer lo mismo pero a base de fotomontajes de Photoshop, es más barato y más rápido, aunque se consiguen igualmente trabajos espectaculares. Como el scapbooking es coger tus fotos o recuerdos preferidos y colocarlos de forma decorativa, adornarlos, adjuntarles apuntes, etc... podría considerarse como la forma más extraordinaria de organizar tus álbumes de fotos y convertirlos en obras de arte, hacerlas llega a quien las mire mucho más allá que lo conseguiría un álbum de fotos normal y corriente, de los que, si no conoces a la gente, te llega a aburrir. Con el scarp evitas eso y las fotos cobran más vida e interés incluso a quien lo esté mirando y no conozca de nada a los retratados porque cada hoja que pasas es un estupendo trabajo de arte.
Cuando me enteré de que la tienda Endulze organizaba talleres de scrapbooking me dije a mi misma que tenía que permitirme regalarme uno. Y lo conseguí, es difícil, las plazas se agotan en cuanto los anuncian, pero si estás atento a los avisos en el facebook de esta tienda lo consigues si te das prisa en pagar la señal. Los talleres los organizan en la parte alta de la tienda y te dan todo el material necesario para el proyecto del taller, excepto las fotos y las herramientas básicas, que es recomendable llevarlas de casa: cizalla, tablero de hendidos (plegadora), tijeras, pegamento, regla, etc..
La profesora es Manoli Picatúa (o Picatua, no tengo claro si lo debo acentuar), ella es una experta en este tipo de trabajos y lleva representación de algunas marcas del ramo, como Teresa Collins, a la que conoce personalmente. De hecho, para el taller al que yo asistí, todo era de esta diseñadora de scarp, Teresa Collins, los papeles y adornos, hasta la pasta de relieve, y todo de un gusto y una calidad exquisitos. Cuando Manoli nos enseñó su trabajo, en el que se basaba el taller, nos quedamos todas las asistentes encantadas con la idea: un álbum de fotos montado a mano que, por la parte trasera, se desplegaba como un pop-up lleno de alegría y dimensionalidad.
Paso a paso, con sus explicaciones, Manoli consiguió sacar lo mejor de nuestras habilidades, aunque luego comprobé que había chicas que ya hacían maravillas en casa, había auténticas artistas... y yo que me pensé que seríamos novatas como yo... je, je, cree el ladrón que todos son de su condición. Pero no, algunas se conocían entre ellas de haber asistido a otros cursos de Manoli de sus grupos en facebook, algunas incluso habían recorrido bastantes kilómetros para asistir al taller.
En el video que encabeza este texto os ofrezco una resumen para que tengáis una idea de lo que hicimos en el taller. Al final de la mañana teníamos todas ya nuestro álbum base para llenar de fotos y decorar en casa, ya que todas nos íbamos con un montón de recortes y adornos de la colección de Teresa Collins bajo el brazo para seguir el proceso a solas, y también teníamos un dossier con detalladas explicaciones y fotos de cómo podíamos seguir decorando cada página con todas nuestras fotos pesonales. Yo lo he continuado ya un poco y he de reconocer de que es un trabajo intenso y que lleva mucho tiempo, pero el resultado es impresionante y vale la pena todo el trabajo ¿no creéis?