Si bien había dicho que me encanta hacer trabajos personalizados porque sentía que plasmaba algo de esa persona en mi obra no les conté que sobre todas las cosas son un reto para mi.
Generalmente cuando se te hacen encargos de este tipo se hacen las primeras preguntas: que color le gusta? que motivos, flor favorita? Dónde será colgado? y a partir de las respuestas recibidas es que llega la creatividad.
Pero cuando sólo te dicen su nombre y la edad aproximada ya te las tienes que ingeniar y prácticamente inventarte un personaje.
Estas son dos tablas decorativas para dos profesoras, a todas nos gustan las flores y las mariposas, pues así decidí con estos dos temas.
Resultado, les fascinó y honestamente hasta dos días antes de la entrega no sabia aun que hacer. A veces la presión ayuda un poco a que la creatividad fluya.
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