No soy muy amiga del fieltro, pero quería enseñaros las últimas tientas que le he dado a ver si sacaba algo en claro. Me da un poco de rabia no saber sacarle partido a un material con tantas posibilidades, así que no pierdo la esperanza y seguiré haciendo intentos de vez en cuando. Así que intenté probar con juguetes de bebé, ya que tenía una canastilla por terminar, con pequeños cascabeles dentro. La idea básica es muy simple, que al bebé le llame la atención, así que elegí colores muy brillantes y formas sencillas: un cubo y un martillo.
Para el cubo necesitaréis seis cuadrados del mismo tamaño, y para el martillo un rectángulo para hacer el mango, y otra pieza más pequeña para el extremo.
Para la decoración yo siempre opto por figuras precortadas, ya que recorto fatal el fieltro, aunque también podéis hacerlo con vuestras manos que seguro que tenéis más maña que yo.
El relleno se realiza con algodón o espuma nórdica, y para que suene, se meten los cascabeles o bolitas pequeñas dentro de una cajita o recipiente de plástico fino, para que puedan moverse y sonar (aunque sí es cierto que el sonido es muy liviano).
Como bolitas, mejor si podéis usarlas metálicas, que tintinean más, y si encontráis cascabeles de pesca son lo mejor y los encontraréis en varios tamaños, ya que los de manualidades suelen ser más bien decorativos y pequeños, por lo que apenas suenan.
Además, si podéis coserlo a máquina mejor. Yo lo hice a mano, pero a máquina las puntadas quedan pequeñas y regulares, quedando el relleno mejor asegurado. No obstante, con un poco de paciencia también podéis coserlo a mano, solo que tardáreis un poco más de tiempo.