Espero que vuestras vacaciones estén siendo tan entretenidas como las mias.
Hace ya unos cuantos meses estando con Isabel por ahí en nuestros cafetitos mañaneros encontré en una tienda de segunda mano este mueble por diez euros, utilidad cero patatero pero con su gracia, todo hecho a mano pero en plan batalla, sin ningún cuidado.
Como ves en estos detalles todo estaba lleno de trozos mal rematados. Por lo que una vez tomada la decisión de comenzar con su arreglo pues como siempre pasta de madera, rellenar y por supuesto lo más de lo más :lijar.
Como los muebles del salón son de Ikea , no es este pero si es este color, decidí pintarle de un color parecido o por lo menos que diera el pego.
Y tras dejar la madera en condiciones aceptables le dí una mano en color marrón y una vez seco una capa de barniz tenido de negro. Antes de que se secase con un cartón con el borde recortado en forma de púas simular las vetas más oscuras de la madera, teniendo en cuenta el cambio de dirección de los diferentes travesaños del mueble.
Para solucionar el mal estado de la madera de la parte de arriba seguí el consejo de mi amiga Mari Mar de hacer un mosaico en cristal pero una vez que tomé posesión del taller de mi hijo Victor, descubrí una caja de trozos de espejos y sin pedir permiso, Victor eran pequeñitos y me venían de perlas, gracias,hice un "mosaico "
Entre el juego de colocarlos y lijar los bordes para que no corten me pasé unas cuantas horas mientras los perros esperaban a salir de paseo.
Incluso dio tiempo a una granizada de verano y a hacer fotos de los granizos.
Y por supuesto dio tiempo a terminar el mueble, rellenado entre los espejos con pasta, a ponerle en su sitio para la foto e irnos de paseo a hacer unos cuantos "pises" con los chuchos tras la que cayó.
Feliz verano.