Con mi sobrino, y ya en plena preadolescencia, se me presentaba un dilema: comprarle algo que seguramente no le haría mucha ilusión dado mi presupuesto, o darle dinero que sería un acierto seguro pero me sigue parenciendo un regalo muy impersonal. Por lo que opté por la segunda opción pero echándole un poco de creatividad. Así que éste fue el resultado de regalar dinero de una forma original:
Una caja de madera con varios comparimentos
Una vez pintada, cogí billetes de cinco euros y con ellos hice fomras de origami.
Y este es el resultado final, que os puedo asegurar que le viendo la cara que puso le gustó mucho.
Y este otro, algo más sencillo y humilde, lo preparé para el amigo invisible que hicimos entre los amigos. Una caja pintada, para joyas, piedrecitas, hierbas... lo que sea:
Que paséis unas felices fiestas y que el próximo año esté lleno buenos momentos!
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