Luego de fotografiar le añadí algunas más, pero todas compradas, ninguna handmade. Con su nombre con aplicación festoneada, la caja queda completamente personalizada después de darle un par de capitas de pintura a la tiza en blanco.
Empecé haciéndole un estuche en celeste con lunaritos blancos, forro con dientes de león en un malva suave y mariposas como adorno en el exterior.
Siempre que veo algo con delfines o claquetas de cine se lo compro, y así logro crear una pequeña colección de objetos de su gusto.
Le rellené el estuche con varios de estos artículos y en un pequeño estuchito hice lo mismo.
Asimismo le decoré un par de tarros de cristal que rellené con tintas y un sello para estampar.
Chocolatinas que siempre son bien acogidas y todo mi cariño recibió Maite de mi parte.
Muchísimas gracias por vuestra compañía.