Recomendaciones del tejedor: Mondo Amore

A la espera de una nueva entrega de sus erráticas aventuras, El tejedor recomienda un disco:



Mondo Amore.
Autora: Nicole Atkins.
Edición: 8 Febrero 2011.
Discográfica: Razor & Tie.
Género: Pop/Rock.
Estilos: Pop/Rock Alternativo; Blues-Rock; Country-Rock.

Cuatro años tardó Nicole Atkins en completar su segundo álbum de estudio, la continuación de su prometedor y ambicioso álbum debut, Neptune City (Red Ink/ Columbia, 2007). No obstante, la tardanza estaba ampliamente justificada, pues cambió de discográfica, dejó la major Columbia por Razor & Tie, tuvo que rehacer su banda de acompañamiento, creando The Black Sea en sustitución de The Sea, y terminó una larga relación con su novio, Paul Ritchie (miembro de la banda de hard-rock The Parlor Mob). Esto último no es asunto nuestro ni estrictamente musical, ¿pero alguien duda de que es la clase de circunstancia que trastoca los planes de cualquier persona?

Finalmente estuvo listo Mondo Amore, y en vista del tiempo transcurrido y de los cambios en su vida profesional y sentimental, es lógico que se trate de una obra considerablemente diversa. Lógico y loable, dado que Neptune City funcionó muy bien y podría haber repetido la fórmula. En lugar de la mirada al pop/rock de los 50 y 60, inspirada por el muro de sonido de Phil Spector y las deliciosas composiciones de Roy Orbison, aquí Nicole Atkins se interesó por un pop/rock alternativamente teñido de psicodelia, country, blues y folk.

Lo que no cambia en Mondo Amore es el enfoque retro, nostálgico, de modo que tampoco esta vez se libra de comparaciones varias: Nick Cave, Nancy Sinatra, Neko Case, Led Zeppelin… Sin embargo, eso no niega su personalidad ni la fuerza de sus composiciones. Esta vez, en cambio, sólo firma en solitario dos de las piezas. En cuatro de ellas colaboró con Robert Harrison (Cotton Mather y Future Clouds & Radar), autor también de las letras, asociación que dio como fruto la espléndida Cry Cry Cry, relato de un amor perdido con un toque de soul-pop en la mejor tradición de Motown.

También hay hueco para el blues en My Baby Don?t Lie, o para la sorpresa pseudo-punk de You Come To Me, aunque Nicole Atkins, es comprensible, acaba por volver a un territorio más conocido, el de las baladas retuerce-corazones con arreglos de cuerda. Hotel Plaster es un buen ejemplo, pero el mejor es War Is Hell, grabado a dúo con Yim Yames (My Morning Jacket). Son estas dos piezas las que más familiares resultarán a los que disfrutaron con Neptune City. Pero sí, definitivamente, Nicole Atkins y su productor, Phil Palazzolo ?en cuyo currículum figuran colaboraciones con The New Pornographers o Bird Of Youth?, decidieron emprender una senda diversa de la caminada en su debut, decisión muy saludable. Al fin y al cabo, hay algo que permanece invariable, y es la poderosa voz de la autora, que también aquí es el gran aliciente es una estimable obra.

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