Un vestido bordado que compré en un mercadillo ha sido un material que vi con muchas posibilidades, me encantó en el sitio vi que podía sacar un par de prendas de lo más bonito. Así que vino conmigo a casa
Hoy voy a enseñaros en el Club de Malas Costureras las dos blusas que al final he sacado del vestido original, que por cierto es éste:
Y finalmente estas son las dos blusas que he podido hacer de él:
Aquí os presento la primera, aprovechando el canesú y combinando con una tela negra para darle más ligereza, la tela tiene algo más de caída y es más agradable de llevar. De mi cosecha, unos pequeños fruncidos en la parte central.
Así me quedaba libre la parte inferior del vestido...tres focos de bordado y algo de tela negra para poder jugar.
Lo cierto es que me lo tome como un reto y empecé a pensar en qué modelo podía hacer.
Finalmente decidí que había una blusa que me encantaba en la revista Burda Style de Mayo (para mi, la mejor edición de lo que llevamos del 2018) y pensé que era una buena oportunidad para probar qué tal quedaba ese delantero asimétrico...
Mod. Blusa del cuello carmen 110
Burda Style 05/2018
Y aquí os enseño la blusa que hice de la parte baja del vestido, un poco más trabajada.
Os puedo decir que estoy encantada con ella, me gusta llevarla combinada con la falda de cuadros vichy que hice hace un par de años.
El modelo es súper interesante, le he quitado las mangas y con un bies en la sisa funciona muy bien con escote barco, además al haber mantenido la idea de los tirantes, aunque sin lazada, tienen ese soporte que se agradece.
Os puedo decir que de cara al próximo verano, me encantaría hacerme otra o quizá me atreva con la versión vestido, pero así como ésta, sin mangas.
Y con esta última reutilización, ya termino con las prendas de verano de este año. A partir de ahora ya toca pensar en prendas para afrontar el frío que está a punto de llegar.
¡Nos vemos muy pronto y os cuento los planes que tengo para estos próximos meses!
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