Construimos un amor inDOmable,
salvaje y SÓLiDO bajo nuestras carnes.
Cometimos miles de locuras
SOLamente por la adrenalina del instante.
Aquella noche me hiciste el amor SIn prejuicios
SOLfeando cada nota de mi cuerpo.
SIn necesidad de preguntarme,
fuiste SOLista por mi vientre.
Mi boca LAmió todos tus bajos
caldeando con cada estroFA el ambiente.
Fuimos LA excepción que FAlló a la REgla
creanDO un acorde entre un negro y una blanca.
Tú, SIempre altivo y DOminante
yo, bebiéndome todas las tónicas que te sobraban.
Resonando, nos fuimos separando por octavas
convirtiendo nuestro amor
en una mezcla inSOLuble y cada vez más desafinada.
Dejamos de estar cuerDOs
intentando diSOLver nuestro amor
en otros cuerpos.
Y SI quedó algo de nosotros
seguirá guardado en aquellos ensayos
donde SOLo tocamos
nuestra mejor verSIón.
SOLtamos cada nota que nos unía
rompiendo LA armonía DOnde
habitaba nuestra inFAlible canción.
Donde la melodía de tu MIrada,
aquella tarde,
desapaREció.
(Las notas del poema se corresponden con la melodía que interpreta la mano derecha en el piano)
Libro en Amazon: "La armonía de mi caos".
Fuente: este post proviene de Blog MURIALIDADES, donde puedes consultar el contenido original.
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