Pero sí que soy de hacer fundas para las agujas de ganchillo o de punto. Eso me encanta: escoger las telas adecuadas, unirlas, entretelar, ponerle el bies... Y llevo una temporadita que he hecho unas pocas, aquí os las muestro.
Esta primera lleva el acerico compañero, formando un conjunto monísimo para regalar.
Para la base del acerico elegí esta tela tan apropiada.
Acostumbrada a hacer guardaagujas de ganchillo, el primero que hice para punto me pareció gigante. Y más aún poniendo uno al lado del otro.
Como en la parte externa he combinado varias telas, he hecho una foto con el guardaagujas abierto, y así las podéis ver.
Ni un segundo después de hacer la foto, se cayó el guardaagujas por el lado izquierdo, se nota ¿verdad?
El interior también es de tonos tostados.
Y la funda para las agujas de ganchillo es igual pero en miniatura, me parece lindísima.
Este otro guardaagujas que ahora os muestro es completamente diferente y escogí un día rutilante de sol para fotografiarlo, la calidez de la chimenea no me resultaba tan adecuada.
Después del azul vino el rojo y una vez terminado me gusta muchísimo cómo ha quedado.
Y por último el que quizás sea mi favorito. Me pidieron que repitiese el primero que os he enseñado, el rosa no, el primero para agujas de punto. Pero como ni las telas me quedaban, ni igualito, igualito lo podía hacer, he combinado otras telas pero en los mismos tonos tostados.
Y por hoy me despido, muchas gracias por vuestra compañía, vuestro tiempo en visitarme y un beso a todas. ¡¡Feliz semana!!