La primera persona que se me vino a la cabeza para poder lucirlas fue mi madrina. A ella le encanta todo esto y conmigo, desde muy pequeña, siempre ha tenido infinidad de detalles, así que aprovechando que hoy es su santo pues le he hecho la pulsera para regalársela.
En la foto se ven dos, la suya concretamente, es la de la izquierda, porque le puse un par de bolas azules, como sus ojos.
Quizá no lleven cristales de Swarowski, ni abalorios de Pandora, ni sea de una marca supercara, pero llevan todo el cariño para una de las personas que más quiero.
Además son supermonas para lucirlas este verano cuando una esté morenita, con los abalorios plateados.