El tema de aprender inglés/ponerme a dieta/ apuntarme al gimnasio lo tengo superado y no porque sea bilingüe, tenga tipo de modelo o corra la marathon de Nueva York, sino porque no me aportan ni me emocionan.
Pero lo que sí que me apetece y me "espolea" es planificar cambios en mi casa. Llevamos ya cinco años y medio viviendo en ella y aún hay cosas que no están rematadas o que es necesario renovar.
Y a la hora de ver qué cosas cambiar, anoche pensaba en algo que puede resultar, como forma de análisis:
"Si fuera la casa de otra persona, ¿que le aconsejaría cambiar?"
Porque muchas veces las cosas se ven mejor cuando se hace "desde la barrera", ¿verdad?. Y es que llega un momento que la vista se acostumbra a lo que tenemos en casa, y no ve las mejoras que se podrían hacer.
Ese es mi objetivo para este año: Hacer cambios en casa para terminar de rematarla o para darle otro aire.
Y algunos de los cambios que tengo ya en mente son:
Darle otra imagen al aparador del salón:
Es un mueble con muchísima capacidad, donde guardo parte de la vajilla de ocasiones especiales a la izquierda y otra un poco más corriente a la derecha. Pero claro, hay dentro tantas cosas que da una sensación de desorden tremenda. Así que unas cortinillas o visillos quedarán estupendos (por no hablar de cambiar los tiradores por otros de cerámica en color crema...)
Cambiar la cortina de la ventana de mi cuarto de baño:
Os la enseñaba aquí hace casi dos años. Se trata de una toalla de hilo muy antigua, que por eso ha empezado a agujerearse. Para sustituirla, el año pasado hice una de ganchillo:
Pero al ir a colgarla no me convencía... Bueno, al menos me sirvió para estar entretenida un tiempo...
A lo que voy, que esta ventana necesita un cambio... Y he pensado en una cortina de hilo con vainicas...
Renovar el cabecero de mi cama:
Cuando nos mudamos, hice el que se ve en la foto (el quitl ya no está colgado...): una barra de cortina en blanco roto decapado y dos planchas de espuma forradas.
Y el color nunca me terminó de convencer... Es un beig que ha tendido a amarillear y creo que le iría mejor un blanco roto... Esta opción, el sustituir la tela es quizá la más económica... Porque un cabecero de forja en ese color también me gustaría, pero mi marido los odia.
Por no hablar de poner más cojines grandes...
Estas tres cosas han sido sobre la marcha, sin ponerme con demasiado ojo crítico en plan "es la casa de otra persona", pero me han servido para ir poníendome en marcha: ya tengo los materiales para renovar el aparador (los tiradores quizá sea más complicado...).
Y antes de despedirme por hoy, os quiero enseñar lo que me han traído los Reyes Magos en casa de mis cuñados:
¡Un bastidor con patas!
Para bordar, para acolchar... Estoy encantada con mi regalo, que sé que les ha costado muchísimo encontrarlo. Y es que le dije a un paje que me haría muchísima ilusión tenerlo, que "lo necesitaba"...
Así que estoy deseando estrenarlo.
Y vosotras, ¿también tenéis ese deseo al empezar el año de darle la vuelta a vuestra casa?
Feliz semana!!