Hace un meses, ya publiqué una caja para aderezo de fallera que hice. Hoy os traigo otra caja que hice para un encargo.
La verdad es que disfruté muchísimo con el trabajo, ya que aparte del diseño gráfico, estas cosas son las que también me dan la vida.
No os voy a contar el paso a paso porque ya os lo expliqué en el post de la anterior caja.
En este caso, los colores fueron un poco más arriesgados. La caja la pinté en un verde lima que era el color de fondo del traje de la fallera a la que iba dirigido el regalo. La falta tenía muchísimo color, pero me decanté por el rosa que hacía un contraste muy bonito y peculiar.
Cuando realizas un trabajo puedes ver los fallos e intentar mejorar para las siguientes ocasiones. En este caso le añadí una cinta que sujetaba la tapa para que no cayese muy hacia atrás.
Y cambié la pasamanería por cinta de tapicería, que creo que también quedó genial, ¿no?
La tela de fondo, una muy sencilla con un efecto aguas que es parecida a la que he usado en otras cajas que he hecho.
Una bonita caja para un gran tesoro
La novedad que añadí es que corté el nombre de la fallera en la propia caja. Lo conseguí gracias al plotter de corte. La idea principal era dejarlo en el color propio de la madera, pero finalmente decidí pintarla en color rosa. Eso si, nada de acrílicos, sino en acuarela, para que no se tapase la veta de la propia madera.
¿Cómo no enamorarse de algo así? Bueno… quizás a ti no te seduzca, pero a mi estas cosas me roban el corazón.
Si eres fallera y quieres una cajita así para ti, o bien quieres una para regalar, ponte en contacto conmigo y podremos conseguir la caja más bonita del mundo.
Muá!
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