La madre de Jacobo repasó todos mis natalicios y me contó que el que más le gustaba era el de Lucie, así que repetí esquema de colores y disposición de textos. Pero este natalicio tiene un par de detalles que lo hacen diferente.
El primero es que Jacobo es pelirrojo y su madre me insistió para que le pusiera el pelo rojo, no naranja. ¡Y ha quedado simpatiquísimo!
Y el segundo detalle es que el bies es igual que la trasera, con lo que ha quedado muy homogéneo por la parte de atrás.
¿Os habéis dado cuenta? Jacobo no es un recién nacido, ya tiene más de dos años. ¡Y es que nunca es tarde para tener un natalicio!