No soporto las palomas.
¡Tenía que decirlo! Y es que después de diversas malas experiencias, no quiero ni verlas! Para más inri, vivo en una calle en la que viven decenas de palomas. ¡Que suerte! Palomas que van dejando sus "regalitos" por todos lados y que huelen bastante mal. Estupendo oye.
Sin embargo, se me encoje el corazón cuando se cruza en mi camino alguna paloma herida o con la pata coja. No lo puedo evitar. Soy así.
Ayer vi una atropellada en la carretera. No es la primera vez que ocurre pero me sigue sobrecogiendo como si lo fuera. Pobrecita. No entiendo cómo en una calle por la que se debe circular despacio ocurren estas cosas.
Así que por favor te pido, que si vas circulando con el coche y se te cruza un animal frenes o, al menos, aminores la marcha.