¿Habéis oído hablar del packaging? El packaging es, castellanizando un poco el término, la forma en que está envasado un producto; cuánto más mono y atractivo sea, más posibilidades hay de que acabe en nuestro bolso.
Yo soy acumuladora de envoltorios bonitos como bolsas de papel, sobres de postales, cajitas monosas y hasta etiquetas. Es como comprar un dos en uno, la cosa en sí y el adorable packaging que te roba el corazón a primera vista, y es que esa es precisamente su finalidad: llamar la atención.
Pero bueno, dejando ya de lado el rollo marketing, ¿qué es lo mejor del cuqui-packaging? Que es relativamente sencillo de hacer, basta con un pelín de imaginación y trabajar con materiales limpios y bonitos. En el post de hoy he recopilado ideas, ejemplos de productos que entran por los ojos gracias a sus envoltorios cuidados y, aunque hay algunos que requieren altísimos niveles de creatividad, muchos están al alcance de alguien con tiempo y ganas de envolver algo mono monísimo.
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Como veis con un trocito de papel monoso se puede envolver algo de forma muy resultona, además ahora están muy de moda los colores acartonados y las etiquetas con mensajes que acompañan al envoltorio.
Y decidme... ¿quién no guardaría la caja-osito de los calcetines rosas? *-*