Ha terminado midiendo 12cm de ancho por 10 de alto. Lo tejí en la lana en la que hago amigurumi porque, además de tener los colores ya en casa, es una lana que he probado a usar a diario (en llaveros) y sé que es resistente. Lleva un total de 7 colores diferentes, pero en realidad es bastante sencilla. Fui apuntando el patrón mientras la iba tejiendo, pero podría haberla hecho sin él. Solo tuve que deshacerlo todo dos veces: la primera cadeneta, que se me había quedado corta, y luego en diferentes pruebas para conseguir que el objetivo tuviese relieve.
Por deseo de la dueña, se cierra con una cremallera. Y además de la cremallera le puse un forro interior. Personalmente, tiendo a guardar mucho más que monedas en un monedero, sobre todo cosas pequeñas que no quiero perder (pendientes, pulseras, etc.). Y no me parece práctico guardarlas en un monedero con un montón de agujeritos entre los puntos. Pensé que el forro era necesario.
Poner la cremallera y hacerle el forro me llevaron más trabajo que la funda exterior. En parte por mi culpa, por hacer las cosas sin pensar y luego tener que descoser, y en parte porque hay veces que la máquina no colabora. Y si pones una aguja defectuosa que te corta el hilo a cada cuatro puntadas, pues peor. Pero estoy contenta porque por fin he puesto una cremallera a una pieza de este tipo, porque en la ropa se pone de diferente manera. No es tan sencillo cómo parece, pero tampoco es tan difícil como a un pantalón.
Este monedero ya está viajando a su casa. Estoy muy contenta con los encargos que me salieron desde que empezó el año. Por un lado, porque por fin tengo tiempo a hacerlos. El año pasado tuve que rechazar muchos porque la costura me esaba comiendo todo el tiempo libre. Y por otro lado, porque me están pidiendo cosas que me gusta tejer. Así da gusto :)
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