Os presento mi autoregalo de reyes (anticipado), no me he podido resistir, saqueé el LIDL con la oferta de este año:
la Singer Brilliance y (decisión de última hora motivada por la insistencia de una costurera en la cola mientras esperábamos a que abrieran la tienda) y la remalladora Singer.
Hala, dos trastos más.
De momento estoy contenta porque la relación calidad-precio es imbatible, si el uso que les vas a dar es para costura doméstica.
La Brilliance es mucho más silenciosa y se nota en las piezas que tiene mucha más calidad que mi anterior maquina mecánica (una AEG comprada en Media Markt, con la que ni siquiera tienes servicio post-venta), aunque no me gusta el asa ni su visión trasera.
Mi pobre vieja máquina; mientras me espero si venderla de segunda mano la conservaré con el prensatelas de doble arrastre colocado por defecto, y la usaré para los trabajos más ingratos.
El libro de instrucciones está un poco más completo que el de la anterior pero sigue estando mal traducido y con explicaciones escasas para las costureras novatas, aunque mejores que el de la AEG, que está lleno de anotaciones mias intentando aclarar lo indescifrable. Además que la Brilliance sea electrónica es un lujo y te permite unos bordados decorativos preciosos que dan mil ideas (mi favorito por el momento es el de hojitas). Ya no haré tanto ruido mientras coso durante las siestas de mis hijos. Eso si, el descosedor que trae con los complementos, peor que el yo tenía. Y trae prensatelas interesantes, como el de roulotte, que yo me había comprado ya un surtido de prensatelas. Ains, de haberlo sabido...Ya no se qué voy a hacer con tanto prensatelas repetido, la verdad...
Mi anterior máquina está muy maltratada, ya se salió de punto y me tomé la molestia de arreglarla (por un tercio del dinero que costó, aunque a decir verdad me la regalaron) y sigue sin ir muy fina: el ajuste de las tensiones es una lotería y no para de romper agujas e hilos, sin contar el tiempo que empleas en descoser bucles inferiores e hilvanes que hace por error. Al final acabas pillándole el tranquillo, pero la ruleta de la longitud de la puntada está al revés y la puntada más larga te la hace en la posición 4 (de más corta). Me ha hecho sufrir un poco.
Mientras decido qué futuro le espera la conservaré con el prensatelas de doble arrastre colocado por defecto y la dejaré para coser los materiales más gruesos y desagradecidos (como mi creciente industria de compresas de tela), mientras dedico la Brilliance a las labores finas y de precisión, o con la costura vista en telas no muy gruesas. Tiene un arrastre tan bueno que casi te puedes tomar un daikiri con los brazos en la nuca mientras la máquina cose sola sin torcerse (a veces es la costurera la que tuerce la costura por intentar forzar la posición de la tela, y no miro a nadie).
La remalladora impone mucho y tengo pánico de que se me estropee enseguida. Se leen muchos testimonios de estas máquinas descambiadas y enviadas a reparar pronto, con el resultado de que al ser máquinas baratas, en el servicio técnico te la dan como siniestro total porque no vale la pena reparalas. La verdad es que ya me he dado cuenta de que ajustar bien las tensiones y tenerla bien enhebrada requiere la máxima atención, hay que andar con mil ojos. Tengo miedo de romper agujas o estropear las cuchillas. Una sesión de overlocker requiere un extra de tiempo revisando tutoriales en youtube para no cagarla.
Pero de todos modos ya he comprobado que la gente exagera mucho con la dificultad del enhebrado: basta 10 minutos para entenderlo y enhebrarla con los 4 hilos. Como soy muy torpe al principio se me desenhebraba mucho, pero ahora ya le pillo el truco. Necesito más tiempo para probarla con distintos tipos de remallado y telas, pero tengo varios proyectos en espera especiales para ello, uno de los cuales no hubiera podido hacerse realidad sin remalladora.
De momento he empezado por practicar el remallado de 3 hilos haciendo la funda a la máquina con una camisa del maromo echada a perder. Con este tipo de camisas una mujer se puede hacer un top o un neceser, pero ese estampado en concreto me parecía demasiado soso y masculino así que la utilicé para hacerme la funda de la remalladora, que corría mas prisa porque ni siquiera venía con una de plástico.
La funda me ha quedado muy holgada, no sé como narices tome las medidas (quiero intentar no quedarme corta y al final me paso de largo). La he querido hacer "cuadrada" porque ya aprovechaba una de las costuras que tenía la tela (aprovechando parte de la espalda y un lateral) y porque la forma de las clásicas fundas no me convencía. Las medidas finales han sido:
Laterales: 28 x 30 cm (aprovecho la parte frontal con el bolsillo sano)
Parte superior: 30 x 28 cm
Frente y trasera: 30 x 35 cm
Se me ha olvidado hacer fotos de la camisa antes de cortarla: tenía una gran mancha de tinta bajo uno de los bolsillos delanteros que estropeaba todo el frontal y algún que otro desgarrón pequeño, así que la he despedazado para aprovechar las telas. La foto es de un detalle de las costuras nuevas hechas por mí.
He aprovechado la parte buena de la camisa con el bolsillo que quedaba para dejarle un bolsillo lateral a la funda de la máquina, que va bien para meter alguna cosilla. Aunque hay gente que se curra unas fundas con forma de semicírculo, yo simplemente cosí 5 partes de tela (porque estaba limitada por el tamaño de las partes de la camisa original). Tomé las medidas un poco holgadas y se me ha quedado bastante ancha, pero bueno, tampoco me gustan muy rígidas. Cada parte está remallada por dentro pero cosida con pespunte en la máquina normal porque el pespunte que da la rematadora con 4 hilos sigue sin parecerme suficientemente resistente: a mi me gusta que si estiras la tela no se vea ni pizca de la costura. La parte de abajo tiene un dobladillo sencillo, a imitación de uno que quedaba de la camisa original.
Y con los pedacillos de tela que quedan hago unas bolsitas muy sencillas, con fruncido de cordones también sacados de vete tú a saber dónde, para tener una funda para el pedal y los cables y otra para las herramientas de costura. Así queda todo a juego y no queda casi ni pizca de tela pendiente de aprovechar.
La funda vista desde arriba. La verdad es que queda un poco informe. Aún me queda la baza de almidonarla para que quede un poco más tiesa y "planchada". No he querido ponerle un asa decorativa de momento para evitar la sensación de agarrarla por allí, pero algún tipo de aplique en la parte de arriba quedaría bien.
Y ya que te pones a remallar labores con costura interna vista que no tienen forro, pues aprovechas una tela idónea para labores de costura que estaba esperando una oportunidad desde hace mil años para hacer bolsitas para los pedales de las otras máquinas de coser. La funda de plástico que viene con la Singer a mí particularmente no me disgusta, pero sí se necesita funda para los cables. Y este retal era demasiado pequeño para una funda entera.
La misma bolsita rellena de los cables. los cordones están aprovechados de una mochila, creo. El día que yo tire unos cordones...
Hace tiempo que tenía una bolsita hecha con un retal muy pequeño de la misma tela; al principio guardaba allí las agujas de ganchillo, pero encontré un estuche mucho mejor y la bolsita se quedó sin uso. Al final la he puesto un snap (no tenía otro color) y la he dedicado a las herramientas de la nueva máquina. Cabe bien dentro del compartimento específico de la máquina de coser pero las herramientas pequeñitas no andan desperdigadas.
Lo malo de tener estas máquinas es que surgen mil y un proyectos relacionados que por fuerza se ponen en lista de espera por el trillón de cosas que tengo pendientes. No me da el día para tanto proyecto. Hay que sumarle el tiempo empleado en ver tutoriales y hacer probatinas, pero creo que siempre es buena cosa tener herramientas así porque facilitar que los resultados puedan ser más profesionales es un incentivo para seguir trabajando en la costura.
¡Deseadme suerte con mis maquinitas!