Mis 5 propósitos de septiembre

Lo bueno de irse de vacaciones en julio es que en agosto estás de vuelta y hay una extraña pero tranquilizadora paz en todo. El resto del mundo está de viaje o silenciosamente trabajando [ este año, yo entre ellos ]. ¡Y vale! Las vacaciones se han acabado, Dios sabe cuándo volveré a ver el mar y el lunes vuelve a tener un angustioso protagonismo durante la tarde del domingo, pero currar en agosto tiene ventajas en las que nunca me había parado a pensar.

Para empezar, sigue siendo verano y por lo general hay jornada intensiva, las piscinas siguen abiertas, las terrazas campan a sus anchas y el gazpacho sigue corriendo alegremente. Todo genial, todo va bien.

Pero lo más jugoso, como cuasi-autónoma que soy, es que el mercado está tranquilo Es un momento perfecto para hacer balance y preparar en serio el nuevo curso, sin la presión constante de las redes y la atención que los pedidos requieren. Es como una versión demo de la vuelta al cole, en realidad.


Una de las cosas en las que más he pensado en agosto ha sido precisamente eso: septiembre y sus famosos propósitos. Y he estado pensando mucho porque este año quería reunir una lista con probabilidades reales de éxito. ¿Os acordáis de que antes de verano dejé un trabajo [ y una ciudad ] por el que había arriesgado mucho y me volví a Salamanca? Estoy feliz como una perdiz, pero no puedo evitar sentir que he fracasado en el intento otra vez. No me fustigo ni nada del estilo, pero no voy a negar que a veces me siento así.

Pero yo prefiero quedarme con lo bueno, y cuando meto la pata hasta el fondo tengo durante un tiempo el súper poder de la eficacia Muy útil cuando tu plan de vida vuelve a ser una incógnita incluso para ti misma, y un momento perfecto para fijarse objetivos.

Y bien, después de esta intro interminable... ¡aquí va mi lista de propósitos para el nuevo curso!

1. Sacarme el carnet de conducir.

No... ¡no lo tengo aún! Con 18 años me fui a Madrid a estudiar y estuve allí mucho tiempo. El transporte público funciona tan bien y era taaan poco probable que me fuesen a comprar un coche, que nunca me pareció necesario Pero ya va siendo horita [ si me lo hubiese sacado a los 18, ya tendría más de 10 años de carnet ]. Os cuento que ya me he matriculado en una autoescuela de aquí de Salamanca y que ya me he leído la mitad del manual. ¡Esto está hecho!

2. Retomar las casitas [ pero en serio ].

Desde que cogí el trabajo de Madrid en julio del año pasado, creo que he subido casitas a la tienda en unas tres o cuatro ocasiones. Eso es muy muuuuy poco, y sin embargo en Instagram sigo recibiendo mensajes de gente que quiere saber cuándo voy a sacar más. Este año quiero darle una vuelta a la tienda, pensar en nuevos productos y ponerme seria con las actualizaciones de la tienda. Aunque no lo parezca, también estoy en ello


3. Estudiar todos los cursos online que tengo pendientes.

Quizá no lo sabíais aún... pero soy una adicta a la formación online. Curso que veo que tiene buena pinta, curso que me llama y tengo que comprar Hace tiempo que tengo mucho cuidado con lo que compro porque ya me voy conociendo y sé que luego no tengo tanto tiempo como me gustaría. ¿Habéis hecho alguno de ellos?

Tu casa, tu refugio de la escuela de Sami Garra. Lo compré cuando ya empecé a intuir que volvería a trabajar en casa y aún no he podido echarle un ojo. Pero no pasa nada... está el primero de la lista y espero ventilármelo antes de que acabe septiembre.

Triunfagram, de Vilma Núñez. En 2015 compré y leí el ebook [ y me vino deluxe ], pero este año me apunté al curso. Aún no lo he empezado pero ya le he echado un ojo a la plataforma y a la estructura del curso. Tiene un pintón, estoy deseando verlo en detalle y por eso está el segundo de la lista.

Wordpress básico, de Joan Boluda. Este venía incluido en un bundle que compré a través de Mia Mandarina hace unos meses [ quizá ya sobrepasa el año... ], y tengo muchas ganas de verlo porque Wordpress es mi talón de Aquiles. No sé cuánto tiempo llevo posponiéndolo, pero necesito aprender de una vez y quitarme la espinita.

4. Imprimir más fotos

Este año POR FIN he conseguido sentirme a gusto en el modo manual de la cámara. He conseguido hacer fotos que me gusta enseñar, casi casi como las que imagino en mi cabeza [ bueno, casi ]. Me he propuesto reordenar todo mi archivo fotográfico, que quizá estoy guardando demasiada morralla, e imprimir fotos de los últimos años. Incluso he comprado un álbum precioso para hacer un scrapbook de nuestra familia. Fotos, recortes, papeles bonitos, pegatinas... Me apetece con locura



5. Fliparme con mi iPad y Procreate.

En noviembre del año pasado, no sé muy bien cómo, lié al riojano para que me dejase comprar un iPad. El pobrecito es un santo, accedió y me lo he quedado para mí solita. Lo utilizo para todo tipo de cosas, pero lo que quería por encima de todo era soltarme con la ilustración digital. Después de unos meses chapurreando, he decidido que ha llegado el momento de fliparse a tope. Cada vez que he tenido que hacer algo fuera de mi zona de confort, he quedado muy contenta. ¿Por qué tengo que esperar a que otros me saquen de ahí? Tengo que obligarme yo, siempre que pueda. Solo así podré progresar, y tengo muuuuuchas ganas Hoy mismo en Instagram me he venido arriba y he participado en el reto #drawmaggiecole.




Y hasta aquí mi lista de propósitos. Estoy intentando mejorar en otros aspectos también, pero sin pensarlo demasiado y más a largo plazo. Lo típico: hacer ejercicio, comer mejor, madrugar, no trasnochar, ser más activa, hacer más cosas con mis hijas... Pero partido a partido [ por mucho que odie citar al Cholo ], creo que es importante no abarcar más de lo que se pueda asumir. Si mi lista se convierte en una lista de 11 propósitos... lo mismo no logro ninguno. ¡El año que viene por estas fechas os cuento!

¿Y vosotros qué? ¿qué le pedís a este nuevo curso? Sea lo que sea, no os atragantéis