Hola de nuevo!!!
Este verano estuve haciendo un par de minialbums para bebés para regalar y como me coincidían muy cerca en el tiempo los hize muy parecidos, sólo cambié la encuadernación. Uno lo hice con anillas, que os lo enseñaré en cuanto pueda, y otro con encuadernación japonesa, que es el que vamos a empezar ahora.
Este tipo de encuadernación es muy sencilla y queda muy bonita para cualquier trabajo que queráis hacer. He dividido el tutorial en dos para que no se hiciera tan largo. En este primero vamos a realizar las hojas y las tapas y en el próximo los coseremos.
Vamos a ir empezando con las hojas. Yo las he hecho con papel craft, que es muy flexible pero resistente y para esto viene muy bien, porque la parte que va cosida se tiene que doblar bien para que las hojas pasen con facilidad y sea cómodo de abrir. Si ponemos cartulinas o papeles de más gramaje nos hará arrugas y no quedará bien.
Con cada hoja vamos a hacer un sobre para guardar tarjetas, de unos 15x15cm. En el lado que va encuadernado tenemos que añadir el ancho del cosido, que puede ser de la medida que queráis, en función del tamaño del álbum o de si os gusta más ancho o más estrecho. Yo lo he puesto de 3cm de ancho, más medio centímetro de margen, en total 18,5cm de largo total de nuestra hoja.
Marcamos los 15 cm del ancho y lo que sobra nos van a servir para cerrar el sobre. Si queréis, podéis cortar un poquito las esquinas para que al hacer los dobleces sea más fácil de pegar y no se vean las esquinas por la parte abierta del sobre.
Para pegar las solapas podemos usar cinta de doble cara, pergamento de contacto o lo que tengáis a mano. Y así hacemos todos los sobres que necesitemos. Yo he preparado ocho.
Para decorar las hojas he utilizado unos papales de la colección Splendid Sunshine de Echo Park. Los he recortado de 14,5x14,5cm para dejar un margen todo al rededor y he entintado un poco los bordes con tintas de colores.
Como luego las páginas van a ir decoradas y vamos a pegar fotos, esto nos va a añadir bastante volumen al álbum y para que no nos quede más grueso que la zona encuadernada, que quedaría feo, vamos a pegar unas piezas de cartón entre cada hoja para que el volumen quede compensado.
Cada una tiene que ser del mismo tamaño que la encuadernación, en mi caso 3cm de ancho y 14,6cm de largo, un poquito menos que el álbum para que no se vea por los lados.
Como el cartón era de una caja de cerales y era de color gris, he pintado todos los cantos en un color parecido al del papel kraft porque se veía muy feo el contraste entre el gris y el marrón.
Cada trocito lo pegamos en una hoja, bien alineado en el canto exterior y dejando un pequeño margen arriba y abajo, que por eso lo hemos cortado un poco más pequeño. Si el cartón es muy finito y no os parece suficiente grosor, podeís pegar dos o tres cartoncitos en cada hoja.
El patrón para hacer los agujeros es muy sencillo. Primero dividimos la pieza en tres partes. Como la mía era de tres centímetros, cada parte es de un centímetro. Ahora dividimos por la mitad a lo largo. Y cada parte otra vez por la mitad. Tenemos cuatro partes. Y ahora, esas cuatro partes de nuevo por la mitad. Tenemos ocho partes. Marcamos los agujeros uno sí otro no, arriba y abajo, de forma que nos quede así.
Para pegarlo, tenemos que poner la zona de cuatro agujeros hacia el canto exterior.
Alineamos bien todas las hojas y marcamos con un lápiz todos los agujeros de una hoja a otra para que nos queden todos en el mismo lugar.
Ahora nos vamos a poner con las tapas. Cada una de mis hojas en total mide 15x18,5cm, por lo que las tapas tienen que ser un poquito más grandes. Yo las he hecho de 15,5cm de ancho y de 20 cm de largo, para que cubra la parte de las tarjetas que va a quedar fuera de las hojas.
La tapa de arriba la vamos a cortar a 3cm y 3,5cm y vamos a quitar ese trocito de cartón de medio centímetro. Luego pegamos las dos partes en la misma posición con cinta de carrocero, dejando el hueco de medio centímetro en medio. Esto lo hacemos para que la tapa se abra bien y el doblez no sea muy rígido.
Forramos las dos tapas con un papel decorado hasta más o menos el borde que hemos cortado. Para forrar la otra parte vamos a usar un retal de tela. También se puede usar papel o cartulina, pero yo siempre prefiero usar tela para la zona de los dobleces porque aguanta mucho más, no se rompe ni se estropea.
Ponemos el retal de forma que cubra un poco el doblez y lo pegamos con cola blanca de carpintero.
Para sujetarlo en su sitio mientras se seca podemos usar una pinzas o unas mariposas.
Para tapar la parte que va por dentro, ponemos una cartulina blanca o de colores o un papel decorado, lo que más os guste. Y taladramos los agujeros utilizando de plantilla una de las hojas, como hemos hecho antes.
Ya solo nos queda empezar a coser. Podéis ver cómo hacerlo aquí.
Espero que os haya gustado el tutorial hasta aquí.
Volved pronto!!!