El proceso es bastante sencillo y a ello ayudó el mueble, la madera estaba sin tratar.
Limpiamos el mueble y procedimos a teñir en color nogal, todo salvo el cajón. El tinte lo damos a brocha y con una esponja seca le damos una pasada para borrar el rastro de la brocha antes de que seque.
El cajón lo pintamos con pintura a la tiza color gris hielo, le dimos dos manos y lijamos, luego dimos una tercera y volvimos a lijar.
Le dimos un toque a el cajón gracias al estarcido que le pusimos en color chocolate, por último le aplicamos una capa de cera natural y colocamos el tirador.
Y este es el resultado final,