Me Made May

Hace tres años, el Me Made May me cambió la vida.

Llevaba un tiempo queriendo usar más ropa hecha por mí y también quería intentar organizarme mejor para tejer y coser cosas que realmente me hicieran falta y se pudieran usar. Porque mi armario era un desastre total y me vestía con lo que pillaba.

Durante ese mes de mayo me obligué a ponerme todos los días algo hecho por mí. Daba igual lo que fuera: un chal, una bufanda, unos guantes, una camiseta… pero tenía que salir de casa con una prenda hecha por mí.

Y entonces, ocurrió.

Me puse todo lo que tenía hecho. Algunas cosas más de una vez. Comprobé que algunas de las cosas que tenía no me quedaban bien o no me gustaban. Me di cuenta de que me faltaban un montón de piezas para poder vestirme bien. Mi relación con la ropa hecha a mano cambió para siempre.

Y, lo más importante, descubrí el orgullo de poder vestirme con prendas hechas por mí.

Desde ese mes de mayo de 2016, he seguido celebrando el Me Made May todos los años. He ido añadiendo retos y mi armario ha ido creciendo en prendas hechas a mano. De hecho, cuando llegó el siguiente mes de mayo yo ya me vestía con al menos una prenda hecha a mano todos los días. Así que me desafié a usar dos.

Este año no voy a hacer el Me Made May como un desafío. Lo voy a hacer como una celebración de lo que ha cambiado mi armario y mi vida. Lo voy a hacer como reivindicación de que mi ropa se adapta a mí y no al revés. De que mi ropa está hecha con cariño, tiempo y buenas materias primas.

No necesito desafiarme a usar prendas de ropa hechas por mí porque eso ya ocurre naturalmente. La ropa ya no es ocio, ya no es moda… ahora es lo que me ayuda a expresarme y a sentirme segura. Es lo que necesito en función de mis actividades, mi vida, mi cuerpo, mi momento.

Toda mi ropa tiene una historia. Lana o tela que compré en un viaje o con una amiga. Patrones que tejimos o cosimos juntas. Proyectos que hice mano a mano, paso a paso con alguien a quien quiero. La cuido más y mejor porque no es algo que pueda comprar por 5 euros en cualquier tienda. Sé lo que cuesta cortarla y coserla o tejerla.

Mi armario ha pasado a ser casero en un 80%. Solo se me resisten los pantalones, aunque estoy en ello y voy por buen camino. Cuando miro las estanterías, sonrío.

Y todo eso porque hace tres años decidí desafiarme a usar una prenda al día hecha por mí.

Hoy vuelve a empezar el Me Made May. Lo celebro con una blusa cosida y una chaqueta tejida. Y te animo a que tú también lo celebres si te apetece explorar tu armario y descubrir qué es lo que te motiva a coser, tejer o crear de cualquier manera.



Me Made May es un proyecto en el cual te pones un reto personal sobre el uso de la ropa hecha por ti. No hay que hacer nada más que apuntarse, no hay reglas ni obligaciones. Es un pacto contigo misma y tú decides cómo lo llevas a cabo. Puede ser usar algo hecho por ti una vez a la semana o vestirte de los pies a la cabeza con ropa handmade durante todo el mes.

De lo que se trata es de usar la ropa que te has hecho, entender lo que te va bien, lo que te gusta y lo que necesitas, y enfocarte mejor para tejer y coser el resto del año.

Fuente: este post proviene de Tres Pompones, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

En febrero soy yo la anfitriona de los #12pequeñoscambios. Y estoy nerviosa, nerviosa. ¿Estaré a la altura? Porque este mes toca un tema para el que tengo sentimientos encontrados: los químicos en cas ...

Soy feminista. Así, con punto y sin peros. A veces tengo ganas de subirme a un banco de la plaza y gritarlo. A veces tengo ganas de dar un golpe sobre la mesa y aullarlo. A veces tengo ganas de hacer ...

Siempre he tenido una relación de amor odio con mis manos. No tengo dedos de pianista, sino morcillas encajadas a presión sobre una palma cuadrada. Me muerdo las uñas, me doy golpes, me las despellejo ...

Recomendamos