Hoy quiero compartir con vosotras una idea que me ha encantado: “El bote del aburrimiento”.
Y es que si bien es verdad que el niño DEBE aburrirse, pues es necesario pasar por momentos libres, no estructurados, que les ayude a desarrollar la imaginación, conocerse mejor y descansar y asentar ideas, a ellos les cuesta comprender que esa sensación es buena.
En casa hemos llevado a cabo esta idea para estar preparados para estos momentos que seguro seguirán llegando y disfrutar de ellos sin tener que dejar lo que estamos haciendo para empezar a proponer y enumerar alternativas, estés en uno de esos momentos creativos o en uno de esos “hasta arriba”.
Nosotros hemos reciclado un bote de pinturas que ya andan por todas partes menos en su sitio.
Hemos recortado trocitos de cartulinas que teníamos en casa a medio pintar y nos hemos sentado a pensar las cosas que más les gustan.
Después, hemos dejado preparados otros en blanco para ir rellenando cuando hagamos algo que sea divertido y así hemos añadido más.
Ya solo haciéndolo hemos disfrutado y ocupado muchos momentos libres. Ayer a la vuelta del parque Claudia me dijo; “Tengo ganas de llegar a casa y escribir en mi bote: Hacer barro”.
Creo que además les ayuda a desarrollar la imaginación, a no solucionarlo todo con la tele y ordenar sus ideas.
¡ Pon un bote del aburrimiento en tu vida !
¡ Felices momentos !
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