Cuando eres diseñadora y modista de tu propia ropa, cada prenda tiene una historia y unos recuerdos que hacen que tenga un armario especial y me cueste mucho deshacerme de la ropa que coso.
Los veranos los suelo pasar en un pueblo de la sierra madrileña, allí conocen a mi familia desde hace muchos años y a mi me han visto nacer. Ahora saben que me encanta la costura y siempre que voy me piden que les haga alguna cosa. Pues bien, una amiga me pidió que le arreglara un vestido igualito a este. Cuando se lo probó estaba tan guapa...
Me gustó tanto que pensé "seguro que tengo algún patrón parecido". No tardé en buscar entre mis revistas y... ¡zas! ¡Encontré el patrón!
Se trata del modelo 414 del Burda Plus Otoño/Invierno 2015.
Lo hice sin mangas y modificando la parte de la falda para que tuviese vuelo, lo veía más apropiado para la tela que utilicé.
Cuando me lo probé, me sentía igual que mi amiga con su vestido, o un poco mejor por haber podido copiar su vestido jejeje.
Es uno de los que más me he puesto este verano y seguro que lo repetiré. Ahora cada vez que lo miro me acuerdo de ella, por eso cada prenda tiene su historia, recuerdos y un cariño especial.
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Y hasta aquí mi entrada de hoy, mil gracias por estar aquí.