Hoy día “besar” es un acto muy extendido, y aunque nos parezca un gesto de lo más normal, hay algunas culturas que no lo usan, por ejemplo los inuit o los japoneses. En la naturaleza, los únicos seres que se “besan” son los primates, primos hermanos nuestros. Pero ¿Cuándo el hombre comenzó a “besarse” con sus semejantes? A ciencia cierta no lo sabemos. Existen escritos y pinturas en la cultura hindú de hace unos 4000 años en las que aparecen reflejadas estas prácticas. En el Kamasutra existe un capítulo dedicado exclusivamente a los besos.
Según algunos historiadores, fue Alejandro Magno quien extendió esta costumbre. Los griegos se besaban en la boca entre hombres; más tarde los romanos evolucionaron en la forma de besar a sus semejantes haciendo las siguientes distinciones:
El osculum – Un beso en la mejilla. Típico entre amigos.
El basium – Un beso en los labios. Dedicado al esposo o esposa.
El suavem – Un beso entre amantes.
Todos guardamos en nuestra memoria aquel beso que fue especial, quizá porque fue el primero, o lo dimos con el corazón, o el que nos decepcionó…
Los besos se han reflejado en la literatura, en la poesía, en la música y en el cine. Vamos a hacer un recordatorio de algunos de ellos:
“¿No es un beso el verdadero autógrafo del amor?” (Henry thophilus Finck.
Feliz día internacional del beso.