Os enseño esta lechera que hice hace unos años y decora mi salón.
Aquí os explico cómo la decoré:
Al ser una lechera antigua, estaba oxidada, por lo que tuve que darla una imprimación para metales (tipo "todo terreno").
Una vez seca, la pinté toda de color granate con pintura acrílica. La asas en color marfil.
Lo mejor para avanzar es hacerlo con rodillo (unos especiales que venden para manualidades que luego se limpian muy bien y sirven para varias usos).
Después habia que elegir el motivo que iba a pintar. Lo que hice fue sacar estas flores de una revista calcándolas con papel cebolla (el de horno sirve). Una vez calcado lo que hay que hacer es poner un papel calca (yo puse uno amarillo para que se vea ya que la base es oscura) con la parte amarilla pegando a la lechera, y encima el papel cebolla. Se sujeta con trozos de celo para que no se mueva y se repasa todo el dibujo con un lápiz que se calca automaticamente a la lechera.
Ahora hay que colorear y dar sombra. Eso con mucha paciencia... y todo con pinturas acrílicas.
Para acabar el trabajo yo envejecí y a la vez protegí la lechera con una mezcla a base de cera de muebles incolora con betún de judea. Se mezcla bien y se dá a toda la lechera con una brocha. Al ratito se retira el exceso suavemente con un paño de algodón.
Y ya está lista para colocar y que adorne cualquier rincón de vuestra casa. Como os he dicho, esta lechera decora mi salón.
Espero que os haya gustado.
¡Un beso!
Teresa