Esta mañana me he levantado prontito, aprovechando que todos dormían, y con mi café mañanero, he adelantado bastante mi mantita de flores de colores. Hay poca luz en la foto porque todavía no había amanecido.
Cuando se ha levantado el resto de la familia y hemos estado todos preparados, hemos comenzado a organizar una excursión. Hay un sitio al que habíamos ido hace tiempo, y al que quería volver, las Cuevas del Canelobre.
Las cuevas están en el término municipal de Busot, provincia de Alicante (España)
La vista desde la explanada en la que se encuentran las cuevas es espectacular.
Tras sacar las entradas en la taquilla,
hemos accedido por un largo pasillo que se interna en la montaña
Y una vez dentro la visión es espectacular. Se trata de una formación de un millón y medio de años, que fue descubierta por los árabes en el siglo 8 d.C., según nos ha contado el guía, que está repleta de estalactitas y estalagmitas, algunas de las cuales han llegado a formar columnas y otras formas curiosas.
Durante la guerra civil española, las cuevas fueron utilizadas como polvorín y como taller de aviación. En ellas se montaban motores de aviones. Fue en 1963 cuando se inició esta actividad y cuando se abrió la puerta por la que se accede en la actualidad. La utilización como polvorín y la dinamita que se utilizó para adecuar la cueva para estos trabajos, la dañaron bastante.
Las cuevas reciben su nombre de esta formación que parece un candelabro al que se le estén derritiendo las velas. Canelobre significa candelabro en valenciano.
En el interior de la cueva principal, el desnivel que existe entre el techo y el fondo llega a alcanzar los 100 metros. La visita a las cuevas se realiza bajando unas escaleras hasta el fondo, en el que en otro tiempo había agua. En la actualidad y con lo poco que llueve en esta zona, está completamente seco.
Este es el corte transversal de la cueva para que os hagáis una idea de cómo es.
Hay algunas formaciones curiosas como esta que parece un tótem indio
O esta otra en la que algunos ven la cabeza de un tiburón, a mí me ha costado un poco, lo tengo que confesar... pensad en la cabeza del tiburón vista desde abajo, esa línea horizontal sería la boca...
Mirad, esta es la entrada original, la que descubrieron en el siglo 8 d.C. Se accedía a la cueva mediante cuerdas.
Os dejo alguna foto más para que disfrutéis de la visita tanto como lo hemos hecho nosotros. Dentro de la cueva no se podía utilizar el flash de la cámara, por eso algunas fotos no tienen demasiada calidad, espero que lo disculpéis.