Hoy vengo a contaros la historia de un par de huchas de barro que acabaron convirtiendose en accesorios para el vestidor.....
Hace unos años (como 4 por lo menos....) estuvimos en Expojove, una feria que se hace aquí en Valencia para los más pequeños de la casa en época navideña. En esta exposición los niños se pasan el día haciendo actividades varias y los adultos nos pasamos el día haciendo cola y esperando. Y si eres fumador es peor aún, por que las zonas delimitadas para tal fin son agoniosas, peceras llenas de personas desesperadas por su dosis de nicotina envueltas en una niebla humeante de lo más desagradable.
La cuestión es, que la última vez que estuvimos allí, compramos un par de huchas hechas por un alfarero en directo...
Como podéis ver en la foto a una de ellas le falta una parte, y es que, después de traerlas frescas a casa sin que se cayeran y les diera tiempo a secarse una se cayó de cabeza y quedó así.... No pasa nada, lijamos los cantos y listo para ser utilizado....
Lo primero capa de pintura de base, en mi caso blanco, ya que las servilletas elegidas llevan rayas blancas y no quiero que se modifique el color. Luego técnica del decoupage. Le hacemos unos detalles en color dorado y capita de barniz....
Y este es el resultado. La hucha la gasto para meter monedas antiguas y de otros países, a ver si les dejo una buena herencia a mis descendientes jajajajaja Y la que se rompió, la uso como vacía bolsillos en el vestidor.
Ya sólo me queda desearos un buen martes, esta vez en compañía de Raphael y su tema "Mi gran noche"
Si las palabras sirven para que las cosas existan, el llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con ellas. A LAGRIMAS VIVAS (1932) Oliverio Girondo (Argentina)
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