El encargo eran tres bolsitas para compresas y dos para tampones. La de compresas para la madre y los otros dos conjuntos para sus hijas de 12 y 13 años. La misma tela para ambas, para que no se peleen. Y a mí se me ocurrió ponerles el mismo forro pero con tonos diferentes, para que los distinguieran.
A los pocos días llegó el pedido a su destino y la madre me mandó las fotos de las bolsitas ya rellenas y colocadas en las mesillas de noche de sus hijas. Para que a la vuelta del campamento de verano se las encontraran como sorpresa. ¿No os parece un detalle encantador?
Lo que os decía, la capacidad de sorpresa es infinita.
Aprovecho y os enseño el último neceser de camuflaje que hice el otro día (os pongo tantas fotos porque con esta tela todos los frentes son diferentes, jajaja).
Feliz semana y un beso a tod@s,