Después de mucho mirar ideas nórdicas en blanco y negro (mi estilo favorito) me decidí por estampar en la pared pequeñas cruces negras hechas con washi tape que pudiéramos poner y quitar en cualquier momento y sin dejar rastro.
Colocar las pequeñas cruces en la pared fue bastante sencillo; un DIY que no te ensucia ni desordena la casa. En cuestión de 30 minutos ya tendrás un ambiente totalmente distinto, ¡Cambio drástico!
Una vez que sepas cuántas cruces necesitas sólo tendrás que cortar los washi tape del mismo tamaño e ir pegando cuidadosamente sobre la pared.
Es una idea sencilla, rápida y sobre todo barata (en comparación con los vinilos).
Lo ideal de estas crucecitas es que podemos decorar la extensión que queramos; o una pared entera, o sólo un rincón, ¡Dan un toque especial!
Y atención, no son sólo para colocar en las paredes de una habitación; podéis decorar el armario, la cajonera, hacer formas y letras con ellas e incluso, ¡marcos para láminas!
Como veréis cada día es más común conseguir habitaciones infantiles con blanco y negro pero la clave está en utilizar los colores correctos para contrastar.
¿Qué os parece? ¿A que mola, no?