He combinado dos telas para hacerla reversible, pero podéis hacerla de una sola capa.
No suelo transportar la máquina fuera de su sitio, pero aun así he dejado hueco en la funda para sacar el asa. La he hecho sencilla, ya que simplemente quiero que me preserve la máquina del polvo y como la tengo siempre encima de la mesa no quiero algo que me canse visualmente.
Las medidas las he dejado un poco holgadas para poder poner y quitar la funda con comodidad. Medid bien vuestra máquina antes de cortar las telas para saber si mis medidas os sirven, y si no es así, adaptad la que necesitéis.
Como materiales vamos a necesitar:
-2 telas que combinen (o una sola si no la vais a hacer reversible). De cada una de ellas cortaremos:
-2 rectángulos de 35x26 cm
-2 rectángulos de 16x27 cm y
-2 rectángulos de 9x36 cm
-Hilo a tono, máquina de coser, accesorios de costura.
Tenéis que hacer lo mismo con las dos telas.
En uno de los rectángulos de 9x36 buscamos el centro y marcamos a unos 7.5 cm a cada lado, dejando longitud suficiente para que quepa el asa de la máquina.
Unimos al otro rectángulo de la misma medida, dejando sin coser la parte central entre las dos marcas. Planchamos abierta esta costura. He dejado un margen de costura de 1cm.
En los laterales de esta pieza que hemos obtenido, cosemos los dos rectángulos de 16x27, para tener una tira larga.
A continuación cosemos esta tira larga a los dos rectángulos de 35x26, cuidando que las dos costuras coincidan con las esquinas.
Vemos que al dar la vuelta mas o menos coincide.
Si hemos hecho lo mismo con las dos telas, ahora tendremos dos fundas iguales que tenemos que unir entre sí. Metemos una funda dentro de la otra encarando los derechos (de forma que nos quede el revés de las telas hacia afuera).
Hacemos que coincidan las costuras en la parte inferior y sujetamos con alfileres. .
En esta foto lo apreciaréis mejor.
Cosemos todo el borde inferior, dejando una abertura para poder dar la vuelta. Damos la vuelta, planchamos aplanando bien la parte inferior, y hacemos una segunda costura en todo el borde que nos servirá para asentarlo y cerrar la abertura que dejamos.
Hacemos coincidir los dos huecos superiores que dejamos para el asa.
Y finalmente, cosemos un pespunte rectangular alrededor del hueco, uniendo las dos telas.
He elegido para mi funda colores acordes con la decoración de mi cueva. Y se que, si me canso de ella, siempre puedo darle la vuelta y ponerla por el otro lado.
Como veis es muy fácil de hacer, no quería complicarme haciendo algo demasiado rebuscado, y cumple su función perfectamente. Os espero en mis redes sociales favoritas para que me contéis como son las fundas de vuestras máquinas de coser. Estoy en Facebook, Twitter, Instagram y Pinterest.