Pero esas cosas están haciendo que podamos dedicar menos tiempo al blog, y sobre todo a tecetear, buf, como no nos pongamos manos a la obra ¡nos quedamos sin entradas! Pero como decimos por Asturies, "nunca llovió que nun abocanare" (nunca llovió que no escampara), aunque, un momento... pensándolo bien, ¡este año no escampó! grrrr
Bueno, el caso es que hoy os traemos una obra "menor", un apaño de los que haces a lo tonto, y se acaban convirtiendo en una de las cosas que más usas... Lo primero que vamos a decir es que, y en serio, el tabaco mata... así que este DIY que os traemos hoy podéis aplicarlo para hacer una funda para un libro o una agenda, por ejemplo. Mejor, ¿no?.
El caso es que nuestra amiga Vanesa nos regaló un mantel de hule que nos encantó cuando fuimos en septiembre a verla a Barcelona. La pobre se vino cargando con 2 metros de mantel... Pero ¡menuda ilusión! No sabéis la alegría que da el estampado tan vivo que tiene.
Como son dos metros, nos sobró un buen trozo, así que decidimos aprovecharlo. Se nos ocurrió una bolsa para la compra, pero todavía no nos hemos puesto con ella. Lo que sí hicimos fue una funda... para el mal.
Superfácil. Como veis en el gráfico que nos hemos currado (una de las novedades es que estamos aprendiendo un montón en herramientas para el blog, pero empezamos poco a poco)
Vamos, que lo único que tenéis que hacer es cortar la pieza midiendo el ancho, y el largo + la longitud de las solapas. Dobláis según las medidas que necesitéis y coséis los laterales.
Cogimos un botón de una trenka de las de antes, que habíamos guardado por nostalgia, y se lo cosimos a una solapa (en el gráfico lo véis, pero tenéis que coserlo por la parte exterior). En la otra solapa le cosimos un cordel hecho con ganchillo, pero podéis utilizar cualquier otro.
Ya hace un montón que lo hicimos y sigue como nuevo. Así que el hule pasó el control de calidad.
Besos, y ¡hasta la próxima entrada!