Hacer floreros con botellas de vino resulta una idea económica y fácil para cualquier evento, especialmente si se tienen muchas mesas que vestir.
Por un tiempo estuve coleccionando diferentes botellas de vino esperando encontrarles un buen uso algún día. Y ese momento en que pasaron de ser basura acumulada para hacerse útiles llegó cuando empezamos a organizar una fiesta de 25 aniversario y pensar en su ambientación.
Alrededor del cuello de cada botella pusimos un hilo sisal, dándole un aspecto rústico, y una cinta plateada/gris con un dije metálico en forma de corazón.
En cada una pusimos un ramo de Gypsophila, flores blancas, chiquitas pero muy delicadas y vistosas. (Las margaritas son otra buena alternativa).
Así, con un florero, acompañado de un cuadrito con una frase en los colores temáticos, vestimos cada una de las mesas. Resultó una idea práctica, rápida y económica (ya que las botellas son recicladas y estas flores que son usualmente "de relleno" para ramos de otras flores no son muy caras en la época de primavera-verano).