Lo que más nos costó fue dar con las medidas perfectas para el estuche. Mirando las imágenes pensábamos que era mucho mayor y compramos unas cremalleras que creímos que servirían, pero nos equivocamos de lleno. Para hacer la medida que planteábamos en un principio nos haría falta una cremallera el doble de grande de la que teníamos. Gracias a que no cundió el pánico y supimos reaccionar.
Siguiente problema, no entendíamos cómo había que poner la cremallera. Lo único que teníamos claro es que tendríamos que usar una de esas que te cortan según la medida que te interesa, pero ¡atención! solo utilizamos una de las dos tiras que forman la cremallera. Te lo pongo en negrita porque me llamó tanto la atención que quiero que lo tengas en cuenta.
Pero bueno, no me lío más y te doy las medidas que vamos a utilizar:
Un rectángulo de 21 x 19 cm de la tela exterior.
Un rectángulo de 21 x 19 cm de la tela interior (guarda una tira de 4 x 10 cm para rematar el interior del trabajo)
Un rectángulo de 21 x 19 cm de guata.
Una cremallera de 53 cm.
La parte superior de las telas y la guata las hemos recortado usando un plato de postre, de esa forma conseguimos que haga la curva. Haz cada esquina de una vez y te quedará de igual forma.
Es el turno de la cremallera. ¡Cremalleras! la palabra tabú Pero no sufras, es más, si eres de esas indecisas que le ha cogido miedo a poner cremallera, hazme un favor, inténtalo con este estuche y verás qué sencillo es. Seguro que me dirás que lo tenías que haber intentado antes.
Pon la tela exterior hacia arriba y debajo la guata. La tira de la cremallera que vamos a usar la colocas alrededor y dejas que sobre un poquito por debajo. Fíjate que los dientes de la cremallera van hacia el interior de la tela y los bordes de la tela, la guata y la cremallera van emparejados.
Es el turno de la tela interior. Colócala derecho con derecho con el conjunto y vuelve a alfiletear. Si te sientes más segura, puedes hilvanar antes de ir a la máquina.
¿Ya lo tienes? Pues nos vamos a la máquina. Solo tienes que poner el pisante para coser cremalleras y verás que él mismo te va guiando. ¡Créeme y hazlo! ¡te vas a sorprender!
Empieza por uno de los extremos de la cremallera y sigue hasta el otro. Una vez lo tengas cosido solo tienes que darle la vuelta a las telas y volver a coser alrededor para que las costuras se queden bien asentadas en el trabajo.
Cuando lo tenemos cosido tenemos que unir las dos partes y colocar el ganchito con el que sube y baja la cremallera. Para mí fue mucho peor esto que coserla. Mi consejo es que no pierdas la paciencia, aunque capaz que lo has hecho mil veces y estoy quedando como una completa novata
¡Ya casi estamos! Dale la vuelta de nuevo al trabajo y aquella tira que te dije que reservaras al principio, úsala para tapar las costuras. Eso sí, antes recorta el sobrante de la cremallera. Nosotras lo cosimos a mano porque era muy gruesa y no queríamos forzar demasiado la máquina.
Le damos la vuelta de nuevo y ya lo tenemos terminado. El tamaño es perfecto para meter un montón de bolígrafos e incluso unas gafas, y se me ocurre que también puedes usarlo como funda del móvil cuando necesites llevar el cargador o los auriculares.
Las opciones son muchas y lo que más me gusta es la forma final que tiene.
Como has podido ver es mucho más sencillo que el estuche de las cuatro cremalleras o que el neceser íntimo, y aunque no tiene tanta capacidad, nos da una opción bastante interesante para guardar muchas cosas y tenerlas a mano. Además con unas telas tan llamativas, no pasará desapercibido y me parece una opción más que acertada para regalar estas navidades en papá noel o el amiguito invisible. ¿Te animarás a hacerlo?
Nosotras, como siempre, seguimos trabajando con muchísima ilusión en nuevos proyectos para traerte en los próximos días y esperamos que te gusten mucho. ¡Nos leemos muy pronto!
¡Besos costureriles!
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