Desde hace dos años me animé a tomar clases de encaje de bolillos, llevaba mucho tiempo pensando en ello pero no me atrevía hasta que un buen día me dije ahora o nunca.Siempre que veía trabajos tanto en exposiciones, ferias o en cualquier otro sitio me preguntaba como seria eso de manejar tantos bolillos sin que se enrollaran los hilos y saber cuál es el que hay que mover y hacia donde, me parecía un trabajo muy laborioso y de mucha paciencia, hasta ahora mi gran afición había sido el punto de cruz y todo hay que decirlo, me relajaba mucho, pero ahora con los bolillos es un vicio increíble, no os podéis imaginar lo que disfruto haciendo encaje de bolillos. Este es uno de mis primeros trabajos en serio, hasta ahora solo había hecho algún que otro marca-paginas y unas pequeñas puntillas.
Materiales:
-Almohadilla.-Bolillos.-Picado.-Alfileres.-Hilo para bolillos de algodón.-Una pizca de ilusión.
El patrón para seguir el dibujo se llama picado, se pega un plástico adhesivo en el para dar cuerpo al papel ya que casi nadie utiliza el original para trabajar, se le hace una fotocopia para que puedas repetirlo en otras ocasiones, el plástico suele ser mate y de color para que se vean mejor los hilos, todo el dibujo se compone de puntos en los cuales tienes que clavar una alfiler después de haber manejado los bolillos.
Tengo que deciros que tanta pasión por aprender a manejar los bolillos se debe a que soy muy curiosa e inquieta y me gusta saber como se hacen las cosas, el tardar tanto en decidirme era que no soy de poner pañitos ni puntillas en toallas, pero tengo una mamá estupenda a la que todo esto le encanta y se me ocurrió que seria buena idea regalarle todo lo que haga, así puedo disfrutar de hacer el trabajo y ella de tenerlo. Esta es una almohadilla (base en la que se trabajan los bolillos) redonda, se trabaja muy bien todo lo que sea curvo, puntillas redondas, abanicos, etc. Y esta otra foto es el trabajo final y puesto en una abaniquera para que pueda lucirlo mi mamá. PARA MI MAMÁ