El patchwork y Caperucita Roja.

El otro día me entretuve decorando una caja de fresas. Simplemente la pinté con pintura a la tiza en blanco y le pegué en los frontales y las esquinas unas telitas adhesivas. Lo preparé todo en rojo porque mi idea era usarla para guardar algunos de los cuentos de Caperucita Roja que vengo reuniendo desde hace años, así como pequeños objetos curiosos relacionados con la niña de caperuza roja.



Los cuentos más pequeños caben muy bien así como algunos puntos de lectura y una preciosa colección de sellitos que me regaló mi hermana.







Y ahí estaba repasando mis cuentos cuando me detengo a observar la colcha de la abuela que cada ilustrador pinta. Y de una cosa en otra se me ocurrió la temática de esta entrada que aglutina dos de mis pasiones: el patchwork y Caperucita Roja.

Algunos ilustradores eligen colchas de colores lisos, en blancos inmaculados o en colores muy alegres.















Las flores y los cuadrados son otra opción muy frecuente.











Ferrándiz se decanta por una manta sin colcha encima, o al menos eso es lo que me parece que es.



Y Tony Wolf nos presenta una colcha con rombos que muy bien podrían ser de patchwork y un cuadro de punto de cruz en la pared.



Siguiendo con el patchwork, la ilustración de Dorindo Carvalho bien parece una colcha de retales cuadrados.



Donde ya no hay duda es en las siguientes imágenes con preciosas colchas sobre las camas de las distintas abuelas.





En la siguiente pienso que la abuela se cubre con una colcha lisa y un cubrepie de patchwork.



La maravillosa versión ilustrada por Mark Janssen incluye una colcha que aunque no es de cuadritos, opino que sí es de patchwork.



Uno de los cuentos a los que le tengo más cariño y que pertenece a mi madre, de quien heredo el entusiasmo por Caperucita Roja es la de la Editorial Sigmar ilustrada por T. Izawa y S. Hijikata con marionetas, de tal modo que la colcha de la abuela es auténticamente una tela donde se aprecia el patchwork y el acolchado.



Y por último la adaptación más patchwork de todas las que tengo es la premiada con el Premio Caldecott e ilustrada por Trina Schart Hyman, donde no sólo la colcha de la abuela es de un precioso patchwork, sino que todo el libro está decorado con detalles que recuerdan a bloques de retales.



Pinchando en el enlace que os dejo aquí la podéis ver con más detalle. No obstante os pongo a continuación algunas imágenes.









Espero que os haya gustado esta entrada un tanto diferente. Muchísmas gracias por vuestra compañía.

Fuente: este post proviene de Unas gotas de Rocío, donde puedes consultar el contenido original.
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