Cuando mi chiquitín empezó la haurreskola (la escuela infantil) nos pidieron varias cosas para dejar allí. Supongo que aquellos que tenéis peques sabéis cómo va: ropa de recambio, chupete, toallitas… y todo esto guardado dentro de una caja. Así, que decidí que, ya que mi chiquitín no iba a estar en casa conmigo, como había pasado todo su primer año de vida, en la guarde tuviera un pedacito de mí también.
Por ese motivo, la cajita en la que tenía que meter todas sus cosas, quise que fuera especial. La decoré con trozos de tela, que sabía que a mi chiquitín le gustaban: de colores alegres, con animales… Y, en efecto, le encantó.
Y, ahora que el curso ya ha terminado y nos la han devuelto, la he colocado en una estantería de su habitación, para que la vea y recuerde los buenos tiempos que ha pasado estos meses con sus amigos del “cole”.
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