Abanicos tengo, ahora bien, tú sabes dónde están de un año para otro? Pues yo tampoco. Suelen aparecer en pleno diciembre, cuando abro algún cajón buscando un mantel para las cenas navideñas jajaja Pero ya no me va a pasar porque los abanicos que te traigo hoy se pueden tener todo el año en el salón como un florero. Y en verano los tienes a mano para refrescarte en cualquier momento.
Para hacerlos solo se necesitan folios de colores (yo he utilizado tres de cada), tijeras, celo y palos de polo. Aunque yo no tenía y he cortado una caña de bambú que sujetaba una planta. No sufras que la planta ha crecido y ya no lo necesita ;)
Plegamos el folio el zigzag, para hacer un acordeón. Cortamos por la mitad y unimos las piezas con celo hasta que nos de para hacer un círculo completo (yo he necesitado tres mitades para cada abanico). Después añadimos el palito con celo, tratando de ocultarlo entre los pliegues para que quede más curioso y pegamos un círculo de cartulina en el centro para evitar que se desmorone. Si quieres darle un toque más original, puedes cortar unos picos a diferentes alturas, y al abrirlo, se verá más elaborado.
Una vez terminado, se coloca en un jarrón o cestillo y ya lo tienes listo para disfrutar. Que si me abanico, que si lo dejo en su sitio y me alegra este rincón... que si tengo visita y todos quieren abanicarse... A veces, las cosas más sencillas son las más prácticas y bonitas. Por cierto, este tutorial es ideal para hacer con niños este verano. Que luego nadie diga que no sabía cómo entretenerlos ;)
Qué otras utilidades le daríais?
Un abrazo!!