Para realizarlos puedes ver el vídeo-tutorial o las imágenes del paso a paso que encontrarás más abajo.
Necesitaremos: cacahuetes con cáscara, esmalte nacarado, una cadena, cutter o bisturí, silicona o pegamento y unos alicates.
Cortaremos con cuidado la cáscara de los cacahuetes por la mitad, intentaremos hacer el corte fino y limpio. Reservaremos las dos partes juntas durante todo el proceso. Luego pintaremos varias capas con el esmalte. Después uniremos las dos partes de la cáscara con la silicona dejando la cadena en medio. Una vez tengamos todas las “perlas” del collar sobre la cadena, volveremos a dar otra pasada de esmalte para rellenar los huecos entre las cáscaras.
Antiguamente las perlas eran un tesoro preciado, eran difíciles de conseguir, y venían de lugares lejanos. Hoy en día la situación ha cambiado. Ya no tienen ese valor, son sencillas de conseguir, se pueden cultivar, y la distancia no es un problema. Las que más se valoran son las exclusivas, esas que son diferentes a las demás por su color o por su forma. Dentro de mis favoritas están las Perlas Asimétricas Barrocas del Mar del Sur o Australianas.
El valor de las perlas asimétricas barrocas está en el hecho de ser diferentes unas de otras, y en su gran tamaño. Me propuse hacer mis propias perlas, hechas a mano y con las raíces de la tierra en la que vivo. Así tendría unas perlas realmente exclusivas y valiosas para mí.
Para hacerlas he utilizado las cáscaras de los cacahuetes típicos valencianos, se llaman “Cacau del collaret” algunos podrían creer que es por su forma, pero ese nombre se debe a la forma de las raíces. Aunque para mí, son unas perlas en bruto cuando están en la tierra, forman parte de la esencia del terreno. Suelen acompañar los almuerzos de media mañana de los labradores del campo.
Cacau del Collaret (Borbotó) www.descubrelhorta.com/
Las perlas que conocemos todos se pueden clasificar por su origen, color, forma, tamaño, rareza o exclusividad.
Las más conocidas son las esféricas y de color blanco. Yo suelo fijarme en las que son diferentes al resto. Siempre he preferido las perlas asimétricas y barrocas, es casi imposible encontrar dos iguales. Estas perlas, por su procedencia, suelen llamarse Perlas de los Mares del Sur o Australianas, al igual que las Valencianas que he hecho con las cáscaras, tienen un tamaño excepcional. Esta rareza les hace ser de las más buscadas y caras. Las mías, sin embargo, son fáciles de conseguir.
¡Anímate y recicla las cáscaras de los cacahuetes!
Anímate a reciclar, inspírate con Reciclado Creativo, y ofrece una segunda oportunidad a lo que otros descartan y tiran a la basura.
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